LA GRAN INVOCACIÓN

La Gran Invocación es una plegaria, una oración, un mantram, una invocación, depende de cómo se la utilice.

La belleza y la fuerza de esta Invocación reside en su sencillez y en que expresa ciertas verdades esenciales, que todos los hombres aceptan innata y normalmente la verdad de la existencia de una inteligencia básica a la que vagamente damos el nombre de Dios.

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¿Qué es la Gran Invocación?

 

La Gran Invocación es una plegaria mundial, traducida a más de 70 idiomas y dialectos. Es un instrumento de poder para ayudar a que el Plan de Dios se exprese plenamente en la Tierra y para emplearlo como un acto de servicio a la humanidad y a Cristo. Expresa ciertas verdades esenciales que todos los hombres aceptan innata y normalmente:

  • Que existe una inteligencia básica a la cual damos el nombre de Dios.
  • Que hay un Plan divino evolutivo en el universo, cuyo poder motivador es el amor.
  • Que una gran individualidad llamada Cristo – el Instructor del Mundo – vino a la Tierra y personificó ese amor a fin de que pudiéramos comprender que el amor y la inteligencia son efectos del propósito, la voluntad y el Plan de Dios. Muchas religiones creen en un Instructor del Mundo, conociéndolo como el Señor Maitreya, el Iman Mahdi y el Mesías.
  • La verdad de que el Plan Divino sólo puede ser desarrollado por la humanidad.

A través de la invocación, la plegaria y la meditación, las energías divinas pueden ser liberadas y llevadas a la actividad. Hombres y mujeres de buena voluntad de muchas creencias y naciones, pueden unirse en este servicio mundial, llevando valor y fortaleza espirituales a un mundo perturbado. Los hombres, por la invocación unida y enfocada, tienen el poder de afectar los acontecimientos mundiales. El conocimiento de este hecho, científicamente aplicado, puede ser uno de los grandes factores liberadores, dentro de la humanidad.

Nadie puede emplear esta invocación o plegaria, para la iluminación y el amor, sin causar cambios poderosos en sus propias actitudes e intención en la vida. “Como un hombre piensa en su corazón, así es él”. ¿Quisiera usted emplear esta invocación todos los días, con reflexión y dedicación?

El efecto de la plegaria y de la invocación individuales, por la luz y el amor, puede aumentar inconmensurablemente cuando existe un reconocimiento y una relación consciente mental con quienes emplean diariamente la Gran Invocación. Muchas personas piden unirse cada una a dos amigos, todos los días, para pronunciar esta plegaria mundial, con el fin de crear un triángulo iluminado de relación. La fuerza de muchos individuos y la de pequeños grupos dedicados puede ser enfocada, mediante esta poderosa invocación, y construirse una “red ” de luz y amor alrededor del orbe.

¿Cuál es el orígen de la Gran Invocación?

 

El hombre invoca el acercamiento divino de diferentes maneras; por el llamado vago, inexpresado, o el grito invocador de las masas; también por la invocación planeada y definida de los aspirantes de ideas y orientación espirituales y del trabajador inteligente y convencido.

Poca atención se ha puesto sobre el factor invocación, como lo expresan los pueblos del mundo; no obstante en el transcurso de las edades, el llamado invocador de la humanidad se ha elevado hasta la Jerarquía espiritual y ha traído respuesta.

La agonía de la guerra y la angustia de todo el género humano condujo al Cristo (el Instructor del Mundo) en 1945 a tomar una gran decisión, manifestada en dos declaraciones muy importantes. Anuncio a la Jerarquía espiritual y a todos Sus servidores y discípulos en la tierra, Su decisión de emerger nuevamente, estableciendo contacto físico con la humanidad, si se llevaban a cabo las etapas iniciales para el establecimiento de rectas relaciones humanas.

Luego dio al mundo (para ser recitadas por el hombre común) una de las más antiguas plegarias conocidas, pero que hasta ahora sólo se le ha permitido utilizar a los Seres más excelsos. Se dice que Él Mismo la utilizó por primera vez en 1945 durante la Luna llena de Junio, reconocida como la Luna llena de Cristo, así como la Luna llena de Mayo, el Festival de Wesak, es la del Buda. No fue fácil traducir estas frases antiguas (tan antiguas que no tienen fecha ni antecedente alguno) en palabras modernas, pero ello se ha hecho, y la Gran Invocación puede eventualmente ser una plegaria mundial.

¿Cuál es el significado de la Gran Invocación?

 

Las primeras tres líneas se refieren a la Mente de Dios como punto focal para obtener luz divina. Esto concierne al alma de todas las cosas. El término alma con su máximo atributo de iluminación, incluye al alma humana y a ese culminante que consideramos como el alma “influyente” de la humanidad, que aporta luz y difunde la iluminación. Es necesario tener presente que la luz es energía activa.

Cuando invocamos la Mente de Dios y decimos “Que afluya luz a las mentes de los hombres, que la Luz descienda a la Tierra”, expresamos una de las grandes necesidades de la humanidad y, si la invocación y la plegaria encierran algún significado, la respuesta vendrá con toda seguridad y certeza. Cuando los pueblos en todo momento, en todas las circunstancias y en todas las épocas, sienten la necesidad de implorar a un Centro espiritual invisible, podemos tener la plena seguridad de que dicho centro existe. La invocación es tan antigua como la humanidad misma.

Las tres líneas de la segunda estrofa conciernen al Corazón de Dios y se refieren al punto focal de amor. El “corazón” del mundo manifestado en la Jerarquía espiritual: ese gran talento que transmite amor a todas las formas de la manifestación divina.

Amor es una energía que debe llegar a los corazones de los hombres fecundar a la humanidad con la cualidad de la comprensión amorosa; cuando el amor y la inteligencia se unen, se dice que expresa eso.

En las tres líneas de la tercera estrofa tenemos una plegaria para que la voluntad humana pueda estar de acuerdo con la voluntad divina, aunque no sea comprendida. Estas tres líneas indican que la humanidad no puede captar todavía el propósito de Dios, ese aspecto de la voluntad divina que busca inmediata expresión en la tierra.

Debido a que el propósito de la Voluntad de Dios trata de ejercer influencia sobre la voluntad humana, indudablemente se expresa en términos humanos de buena voluntad y viviente determinación o firme intención de establecer rectas relaciones humanas.

En las tres líneas de la cuarta estrofa se invocan los tres aspectos o potencias de la Mente, el Amor y la Voluntad, indicando que todos estos poderes se han anclado en la humanidad misma, en “el centro que llamamos la raza de los hombres”. Sólo en él pueden expresarse, en tiempo y espacio, las tres cualidades divinas y hallar su realización; sólo en él puede nacer verdaderamente el amor, actuar correctamente la inteligencia y la Voluntad de Dios demostrar su efectiva voluntad al bien. Por medio de la humanidad, sola y sin ayuda (excepto la que brinda el espíritu divino en cada ser humano), puede ser sellada “la puerta donde se halla el mal”.

La última línea contiene la idea de la restauración, e indica la técnica para el futuro; que llegará el día en que la idea original de Dios y Su intención inicial ya no serán frustrados por el libre albedrío y la maldad humanos: materialismo y egoísmo puros, entonces debido a los cambios producidos en los corazones y metas de la humanidad, el propósito divino será cumplido.

¿Quieres ser parte de la transformación de la humanidad invocando la Luz, el Amor y el Poder de la Divinidad?

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